Sí, sí, no te estás equivocando al leer el título. Aunque puede parecer ilógico, es así.
Te preguntarás por qué. Porque quiere decir que he tenido y tengo la libertad de decidir qué y cómo hacer las cosas.
Si fueran la culpa de otros, entonces querría decir que me he fiado demasiado, no he hecho mis deberes, no he controlado y no he puesto los mecanismos para que «eso» no ocurriera.
El darme cuenta que fue culpa mía, me ayudó a salir adelante después de mi bancarrota total allá por 2002, perdiendo casa, empresa, coches, dinero. TODO.
Echar la culpa a los demás parece siempre la salida más fácil, la más cómoda. Pero no es efectivo si quieres salir adelante con tu vida.
Hay que asumir que uno no es perfecto, hay que asumir las cosas que pasan, hay que ser responsable con sus propios actos.
¿Tú que opinas? Déjame tus comentarios. 🙂